Bueno amigos, como diría nuestro compañero Jesus (hoy ausente inusualmente), nuestro MotoClub cabalga de nuevo, despues de un inicio de año un poco...lento, por decir alguna cosa. Después de varias convocatorias por Whatsapp que no cuajaron, al final hemos llegado a finales de Febrero sin una salida oficial. Pero como había ganas, la de este mes no la hemos podido dejar pasar.
Como habitualmente, esta mañana nos hemos reunido en el Dos Ruedas, cuatro maquinas y cinco jinetes, díganse Jaime y Cris, Juanjo, David P y un servidor. Bastante fresquito para amenizar el cafe con leche de las 8 y un poco de retraso antes de iniciar la marcha. Destino, pues como siempre, no estaba muy claro, hasta que David P ha tomado la iniciativa y ha propuesto ir a Aigües de Bussot. Sobretodo por evitar la ruta a la que estamos acostumbrados, ya que podíamos encontrarnos algo de hielo en la carretera debido a las heladas de esta pasada noche.
Primera etapa del trayecto en autovía hasta llegar a El Campello, donde cogemos la carretera hasta Aigües y empezamos a curvear, cosa que no íbamos a parar de hacer hasta nuestro destino final que, inicialmente iba a ser Bussot pero que, por sorpresa, nos ha llevado hasta nuestra muy visitada Torremanzanas. Si, hay otros caminos por donde ir. Largo recorrido de montaña y mucha, mucha, mucha curva por delante. Pocos metros han estado las motos a 90º del suelo. Derecha-izquierda, izquierda-derecha.
Después de una buena ración de curvas nos presentamos en el pueblo de marras para disfrutar del merecido almuerzo. Dos grados allí, pero la sensación de frío era mayor. Alguno ha tenido problemas con los pinrreles de las manos. Pedido conjunto de puños calefactables que se avecina.
En el bar que solemos frecuentar, disfrutamos de la especialidad de la casa con una buena charla sobre el viaje de nunca jamas, motos, frío y demás.
Una vez de vuelta, comentamos de hacer el camino inverso al que solemos recorrer: Torremanzanas-Xixona-Tibi-Agost-Novelda-Crevillente-Elche (hubiera sido la guinda), pero era demasiado tarde y optamos por la vía fácil de la autovía. Durante el trayecto hasta Xixona, un perro se le cruza a David P quedándose parado en medio de la carretera. Menos mal que lo hemos visto con tiempo, si no hubiera sido para lamentarlo.
La foto de rigor también en el camino:
Al final, una muy buena salida, con un recorrido nuevo para repetir y completar con otros trayectos. Toque de atención a los no asistentes para que se pongan las pilas y no falten en la siguiente que, esperemos, será pronto.